El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune crónica que afecta principalmente las glándulas exocrinas, como las glándulas salivales y lagrimales, lo que provoca síntomas en la boca y los ojos. Sin embargo, el síndrome de Sjögren también puede afectar otras partes del cuerpo, lo que puede resultar en una amplia variedad de síntomas. A continuación se presentan los síntomas principales asociados con el síndrome de Sjögren:
1. Sequedad en la boca (xerostomía): Es uno de los síntomas más comunes. Se experimenta una sensación de sequedad persistente en la boca, lo que puede dificultar la deglución, el habla y el gusto. Además, la falta de saliva puede aumentar el riesgo de caries dental y enfermedad periodontal.
2. Sequedad en los ojos (queratoconjuntivitis seca): Otro síntoma común es la sequedad ocular, que se manifiesta como sensación de arenilla, picazón, enrojecimiento, ardor y visión borrosa. Los ojos pueden volverse sensibles a la luz (fotofobia) y pueden presentarse infecciones oculares recurrentes.
3. Fatiga: Muchas personas con síndrome de Sjögren experimentan una fatiga extrema que no mejora con el descanso. La fatiga puede afectar significativamente la calidad de vida y limitar la capacidad para realizar actividades diarias.
4. Dolor e inflamación en las articulaciones (artralgia): El síndrome de Sjögren puede causar dolor articular, rigidez y dificultad para mover las articulaciones. Estos síntomas a menudo se asemejan a la artritis reumatoide.
5. Sequedad en otras áreas: Además de la boca y los ojos, el síndrome de Sjögren puede provocar sequedad en otras áreas del cuerpo, como la piel, la nariz, la garganta y la vagina. Esto puede dar lugar a picazón, irritación y molestias.
6. Problemas respiratorios: Algunas personas con síndrome de Sjögren pueden experimentar dificultades respiratorias debido a la sequedad en las vías respiratorias y la presencia de inflamación en los pulmones.
Es importante destacar que los síntomas pueden variar en intensidad y presentación en cada individuo. Además de estos síntomas principales, el síndrome de Sjögren puede tener manifestaciones sistémicas y afectar otros órganos, como los riñones, el hígado, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso.
Si tienes sospechas de padecer el síndrome de Sjögren, es fundamental que consultes a un médico para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.