El médico internista del Hospital Universitario Clínico San Cecilio se adelantó al estudio de Oxford con el uso del corticoide para tratar a pacientes de Covid-19
José Luis Callejas, médico del Clínico de San Cecilio, pasa por ser un adelantado en la investigación contra el Covid y, de paso, uno de los sanitarios con más carisma a la hora de comunicar sus conocimientos, capaz de hacer entender a cualquier profano en la materia cómo ha conseguido salvar vidas en lo peor de la pandemia gracias al uso de corticoides.
-El corticoide se prescribe a pacientes con síndrome de activación macrofágica, aun sabiendo que este es uno de los síntomas del Covid-19, ¿dudaron en usar el fármaco al tratarse de un virus desconocido?
-La verdad es que no dudamos. Estábamos convencidos de que podía servir. Después de reunirnos distintos médicos especialistas del hospital, entre ellos profesionales de Medicina Interna, Enfermedades Infecciosas, Neumología, Medicina Intensiva (UCI), Hematología, Anestesia y Reanimación, elaboramos un protocolo de tratamiento que entregamos al Comité Ético de Investigación (CEI) para que fuese aprobado. A los pacientes se les informó de la posibilidad de usar este tratamiento y con su consentimiento comenzamos a ponerlo en práctica.
-Por lo tanto, se entiende que la actuación fue rápida, ¿no?
-Sí, en cuanto llegó el momento crítico se actuó con rapidez. Se realizó el protocolo de tratamiento, el Comité Ético de Investigación dio el visto bueno y sin perder más tiempo comenzamos a usarlo.
-¿Existe la posibilidad de que esta práctica hubiese sido un error?
-En Medicina no hay nada escrito. Los médicos siempre utilizamos el tratamiento cuyos beneficios vayan a ser superiores a los efectos secundarios. Es cierto que los corticoides tienen sus efectos adversos, pero, por semejanza a otras patologías que estaban presentando los enfermos de Covid-19 cuyo diagnostico es el corticoide, no tuvimos ningún tipo de duda de que iban a beneficiar a los pacientes de coronavirus.
-¿Podría explicar por qué el corticoide se aplica en una fase avanzada de la enfermedad y por qué no se trata a todos los pacientes con este fármaco?
-El Covid-19 tiene varias fases. La primera es la incubación. Una vez que se ha contraído la enfermedad el paciente puede ser asintomático o, por el contrario, comienza a padecer síntomas como la pérdida de gusto u olfato, por ejemplo, que con el paso de los días se curan. Sin embargo, la enfermedad continúa evolucionando, llegando a un periodo en el que el enfermo empeora. Esto se debe al síndrome de ‘tormenta de citroquina’, al que ahora también se llama tifón, huracán o tsumani ya que se trata de una gran inflamación. Esta inflamación se produce cuando el macrófago, una célula que se come al virus, acaba explotando y comienza a liberar de nuevo al virus. Por eso, el corticoide se aplica en esta fase avanzada y no a todos los pacientes. Se le suministra a un grupo especial de enfermos cuya inflamación en el pulmón les provoca el fracaso respiratorio.
-El corticoide es un fármaco de bajo coste y presente en todos los países, ¿hay posibilidad de que aumente su precio o se reduzca su accesibilidad?
-En mi opinión, yo creo que no. En Reino Unido se ha utilizado un fármaco llamado Dexametasona. Nosotros hemos utilizado Metilprednisolona. Todos ellos son corticoides que tienen un coste bajísimo y entiendo que no va a haber ningún problema para conseguirlo.
-Por otro lado, también ha explicado el uso de heparina de bajo peso molecular para los pacientes con problemas de coagulación de sangre. Se conocían sus beneficios, pero no las cantidades exactas… ¿se ha avanzado en este terreno?
-Al igual que el corticoide, es una mediación utilizada desde hace ya muchísimo tiempo y se conocen perfectamente sus beneficios. No hemos descubierto nada nuevo en cuanto al uso, pero sí hemos aprendido a suministrar las cantidades adecuadas a aquellos pacientes que tienen riesgo de padecer trombosis.
-¿Podría aproximar un número de pacientes que han mejorado su estado con el uso de corticoide?
-No se puede aproximar un número porque no se ha medido. Los resultados pueden extrapolarse de los estudios realizados por los británicos. Ellos sí han realizado un ensayo clínico y se ha demostrado que en uno de cada cinco pacientes disminuía el riesgo de mortalidad, lo que es un dato muy importante.
-¿Podría hacer un balance de la situación en los hospitales de Granada¿ ¿Qué ocurrirá en caso de rebrote?
-En mi opinión, la organización del hospital durante el periodo de mayor crisis sanitaria fue muy buena. Creo que nuestra directora médica, Susana Moya, y nuestro gerente, Manuel Enrique Reyes, crearon un equipo profesional que funcionó de forma excepcional. Se realizó un traslado de pacientes al hospital con un cuidado increíble. Desde mi punto de vista, toda la actuación fue fenomenal. En cuanto al futuro, ya tenemos las armas preparadas para disparar al virus. Hemos aprendido y ganado experiencia y creo que la sanidad española puede soportar un nuevo rebrote. Se ha demostrado una actuación rápida y efectiva y podremos hacer frente de nuevo al Covid-19.
Fuente: www.granadahoy.com